Nació en Santander el 20 de abril de 1935. Comenzó la carrera de Derecho, y la abandonó en cuarto curso para ingresar en la Escuela Oficial de Cinematografía, donde se diplomó en 1963.

Colaboró con Carlos Saura en los guiones de Los golfos y Llanto por un bandido, habiendo realizado como prácticas de fin de curso en la Escuela Oficial de Cinematografía los cortometrajes «El borracho» (1961) y «La suerte» (1962).

Ha realizado para Televisión Española episodios de las series «Conozca usted España», «Si las piedras hablaran» y «Curro Jiménez». Igualmente para Televisión Española, ha dirigido el largometraje La leyenda del alcalde de Zalamea, que se exhibió, asimismo, en la pantalla grande, y la coproducción suizo-franco-española Fortunata y Jacinta, así como el personaje de «El Papa Luna» para «Paisajes con figuras», de Antonio Gala.

La obra cinematográfica de Mario Camus tiene tal cantidad de peculiaridades y oscilaciones, que destaca poderosamente por encima del tono medio que presentan las carreras de la mayor parte de sus compañeros, los diplomados en la Escuela Oficial de Cinematografía. Ya su comienzo fue original, pues le contrató Ignacio F. Iquino, que le produjo sus primeras películas. La distancia existente entre los planteamientos estéticos, culturales, políticos y personales de ambos es evidente, por lo que resulta más insólita tal colaboración. En realidad, Iquino solicitó su colaboración como guionista, a raíz del premio obtenido con «La suerte» en el concurso de guiones promovido por la productora «Procusa». Pero tras varias conversaciones, Camus se convirtió en director, rodando Los farsantes y Young Sánchez. Con los lógicos defectos de las primeras obras, se detecta en ellas una serie de características que van a ser constantes en la futura filmografía de Camus: adaptaciones literarias, sobre todo de su novelista preferido, Ignacio Aldecoa; sólida preparación técnica, desequilibrio entre el guión y la dirección, etcétera.

A Camus le interesa tratar una problemática de origen social, aunque la puesta en escena desvirtúe muchas veces sus intenciones. Con todo, su primera época, desde Con el viento solano, contiene alguna de sus mejores obras, compensadas las indecisiones de la puesta en escena con unos guiones bastante buenos.

Pero de 1966 a 1968 da un giro inesperado, al dirigir tres películas del cantante Raphael y una de Sara Montiel. Camus pone en el empeño toda su profesionalidad, razón por la cual los filmes tienen un tono desacostumbrado de seriedad, lo que no es habitual en este tipo de películas.

Con Los pájaros de Baden-Baden retoma la línea abandonada de su primera época: Aldecoa, problemática social, etcétera. La capacidad de poner en pie historias endebles es la característica de Camus en esta época y su ejemplo más evidente es La joven casada. Por eso, cuando se dan cita una historia entrañable y una realización correcta, Camus consigue su mejor obra: Los días del pasado, una de las películas más hondas y poéticas de los últimos años del cine español. Esto se confirmará más adelante y después de su paso por Televisión Española para rodar Fortunata y Jacinta, uno de sus más grandes éxitos, cuando lleva a la pantalla la obra de Camilo José Cela La colmena.

En resumen, el cine de Camus es un cine de calidad que, al mismo tiempo, despierta el interés del público o, lo que es lo mismo, y como dice Villegas López, un cine de gran público, con jerarquía artística.

Filmografía

Año 1963: Los farsantes y Young Sánchez.
1964: Muere una mujer y La visita que no tocó el timbre.
1965: Con el viento solano.
1966: Cuando tú no estás.
1967: Volver a vivirDigan lo que digan y Al ponerse el sol.
1968: Esa mujer.
1969: La cólera del viento.
1972: La leyenda del alcalde de Zalamea, (Televisión Española).
1974: Los pájaros de Baden-Baden.
1975: La joven casada.
1977: Los días del pasado.
1979: Fortunata y Jacinta, (Televisión Española).
1982: La colmena.
1984: Los Santos Inocentes.
1985: La vieja música. Cuenta la historia de un impostor entrenador sudamericano que se asienta en Lugo para entrenar y buscar un antiguo amor y que, al final, se queda solo al abandonarle su hija por las presiones de su madre y su ahogado. Con Federico Luppi, Charo Lopez, y Antonio Resines de actores, a pesar de su buena construcción, no tuvo ningún éxito de público ni de crítica.
1987: La Rusa. Basada en la obra de Juan Luis Cebrián, supone un claro ejemplo de la irracionalidad de la pasión amorosa, con trasfondo político y un excesivo soporte novelesco. Los actores principales fueron Didier Flamand y Ángel i Van Os.
1987: La casa de Bernarda Alba. Respetando la obra de García Lorca y su tono teatral, narra el duro luto que se imponen las Alba a la muerte de su padre y el drama que desencadena el único hombre que entra en la casa habitada exclusivamente por mujeres. Destaca su sobriedad narrativa, su espléndido reparto y la fotografía de Fernando Arribas.
1990: La forja de un rebelde. Basada en la novela de Arturo Barea, trata del profundo cambio experimentado en el carácter de un joven (Antonio Valere) ante la muerte de un familiar y, posteriormente, ante la Guerra Civil. Pensada para la televisión, es una obra autobiográfica del autor de la novela. Hecha con una fotografía realista y un gran vigor dramático, están presentes los libros, la religión, el trabajo, la toma de conciencia sociopolítica, la inserción en la sociedad, el ejército, la polarización política y las opciones éticas.
1992: Después del sueño. Reiteración de un tema habitual en Camus: el regreso de un hombre a su Santander natal después de haber vivido muchos años lejos, lo que desencadena pasiones, remueve viejas historias y genera algunas tristezas. Historia compleja, bien resuelta, con múltiples personajes, interpretada por Ana Belén, Fernando Rey, Carmelo Gómez, etc.
1993: Sombras en una batalla. El mejor cine de Camus -además de sus eficaces adaptaciones de obras literarias- son aquellos guiones originales donde alguien regresa del pasado y tiene un choque más o menos violento con el presente. Tras un buen guión y eficaz dirección, destaca la interpretación de sus actores (Carmen Maura, Fernando Valverde y Joaquín de Almeida) y su buena fotografía (Manuel Velasco).
1994: Amor propio. Basada en la historia real de José Pérez Díaz, el del Popular, e interpretada por Verónica Forqué, Anabel Alonso, Femando Valverde, Antonio Resines, etc., destaca en ella su tono de humor irónico.
1995: Adosados. Basada en la novela de Félix Bayón (Premio Nadal 1995) e interpretada por Antonio Valero y Ana Duato, trata de la destrucción de una familia burguesa a la muerte de su perro, lo que da lugar a la mentira, el silencio y la desconfianza. Estrenada deficientemente, tuvo una crítica muy diversa, pero ganó el Premio al Mejor Guión en el Festival de Montreal.
1996: El color de las nubes. Está basada en un guión original e íntimo: la escapada de casa de un niño y posterior acogida por una familia cántabra, con la que se identifica y ayuda, hasta el momento en que se deshace la situación. Con una fotografía oscura, tiene gran importancia el protagonismo del paisaje y la interpretación de José María Doménech, Antonio Valero, Julia Gutiérrez Caba y Ana Duato, lo que conllevó unas excelentes críticas.
1997. La vuelta de El Coyote. Camus resucita este celebérrimo personaje de la posguerra española ideado por José Mallorquí. Cuidando más la descripción de los personajes y su psicología que la propia acción de las aventuras, está tratada de forma realista, sin apenas secuencias que recreen la época (guerra entre EE.UU. y México en 1847). Está interpretada por José Coronado, Mar Flores, Ana Duato, Simón Andréu, etc.
1999: La ciudad de los prodigios. Basada en la novela de Eduardo Mendoza y con Emma Suárez y Olivier Martínez como protagonistas, se describe el ascenso social de un hombre ambicioso y sin escrúpulos en la agitada Barcelona de entre siglos.
2002: La playa de los galgos. Con guión original de Camus, actúan en ella Carmelo Gómez y Claudia Gerini. Rodada en Madrid, Castro Urdiales y Copenhague, propone una reflexión sobre las consecuencias de la violencia -odio, muerte- y su relación con el amor.

Su filmografía completa para Televisión Española es la siguiente: Para la serie Conozca usted España: «La bahía de Santander», «Un convento de monjas», «Ronda y su serranía» y «La vida en un cortijo».
Para la serie Históricos del balompié: «Unión Deportiva Las Palmas». Para la serie Cuentos y leyendas: «La justicia del buen alcalde García». Para la serie Si las piedras hablaran: «Más allá de la primavera», «El futuro coronado», «César y nada», «El imposible olvido» y «Con los ojos cerrados».
Realizó la serie Los camioneros. Para la serie Paisajes con figuras: «Francisco de Pizarro», «Juan Sebastián Elcano», «El doncel de «El Empecinado», «El marqués de Santillana», «Pedro Romero» y «El papa Luna». Para la serie Curro Jiménez «La mujer de negro», «En la loca fortuna», «La muerte espera en Ronda», «En la boca del diablo», «La muerte espera en Ronda», «El campeón de Almería», «El fuego encendido», «El prisionero de Arcos», «El indulto» y «El caballo blanco».
Realizó la serie Fortunata y Jacinta. Para la serie Los desastres de la Guerra: «Tristes presentimientos de lo que ha de lo que ha de acontecer».
También realizó el documental «Madrid».
Para TVE dirigió igualmente «La femme et le patín» (1990).

Asimismo, ha sido guionista de las siguientes películas: Los golfos (1962) y Llanto por un bandido (1964), de Carlos Saura; Chicas de club (1972), de Jorge Grau; Gallego (1987), Truhanes (1983) y Marbella (1985), de Miguel Hermoso; Luces de Bohemia (1985), de Miguel Ángel Diez; Werther (1986), Beltenebros (1991), El pájaro de la felicidad (1993), de Pilar Miró, y Más allá del jardín (1996), de Pedro Olea, según la obra de Antonio Gala.

Entre sus premios destacan por la película Los pájaros de Baden-Baden el segundo premio a la mejor película, el mejor Guión y el mejor Director dados por el Sindicato Nacional del Espectáculo, en 1975. Por La Colmena recibió del Círculo de Escritores cinematográficos en 1982, los premios a la mejor película y mejor director; en el Festival de cine de Alejandría en 1982 el premio al Mérito Artístico y a la mejor película; y en el Festival de Berlín de 1982 los premios Oso de Oro a la mejor película, Premio Cidalc a la mejor película y Premio Berliner Morgen Post a la mejor película. Por Los santos inocentes consiguió en la Bienal de Cine «Ciudad de Bogotá» en 1984 el premio a la mejor película, el premio Ecuménico a la mejor película en 1984 en el Festival de Cine de Cannes, el premio al Mérito Artístico y a la mejor película en el Festiva de Cine de Alejandría y también el premio a la mejor Película en los Festivales de Cine de Durban y de Varna en 1985. Ha recibido también un Premio Nacional de Cinematografía concedido por el Ministerio de Cultura en 1985 y un Goya al mejor guión concedido por la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de España por la película Sombras en una batalla en 1993.
Fue nombrado «Montañés del año» en 1976 y 1980.